Agosto 2025 - Flipbook - Page 36
Revista cultural año 2025
- La mesa incompleta y los miedos silenciadosSolo faltaban Mercedes y Evaristo para que la mesa donde se disponían a cenar estuviera
completa. Los cuatro más jóvenes quisieron sentarse juntos, ansiosos por rememorar los tiempos de
niñez en la Polvorilla. Una euforia contenida flotaba en el ambiente por reencontrarse después de
tanto tiempo. Los abuelos estaban encantados de ver tanta juventud en la casa. Sin embargo, Don
Fernando y Doña Elvira mantenían un semblante bastante más serio debido a las circunstancias
acaecidas y la incertidumbre sobre lo que podría suceder con el chico agredido por Elena. Pero lo
que más temían eran los motivos que habían desencadenado todo aquello. Los padres de Laura les
habían contado lo sucedido en El Puerto, aunque les advirtieron que la situación era grave y que las
causas que motivaron la agresión de Elena podían traer consecuencias desagradables, pero le
correspondía a ella misma revelar toda la historia. Después de la cena, pasearon todos cerca de los
viñedos, entre bromas y planes para el día siguiente.
Los padres de Elvira dedicaron toda su vida a la empresa familiar de exportación e
importación de paños y textiles. Ellos representaban la segunda generación al frente del negocio.
Desde Cádiz, la capital, lograron tejer una vasta red comercial, negociando con comerciantes de
todo el mundo. Sus transacciones incluían la compra de telas exóticas que llegaban al puerto en
grandes navíos y la venta de sus propios productos nacionales. Habían forjado una fortuna con su
empresa, que ahora, bajo la dirección del único hermano de Doña Elvira, gozaba de un prestigio
notorio en toda España. Don Ernesto cedió la gestión de la empresa a su hijo cuando lo consideró
preparado. Después, él y su esposa se retiraron a la finca de Sanlúcar que habían adquirido años
atrás. El vino era una de las grandes pasiones de Don Ernesto. Se propuso cultivar y cuidar buenas
cepas para producir caldos excepcionales en pequeñas cantidades, ya que esto era solo un
pasatiempo. Por ello, decidió trasladar también al palacete de la finca sus otras dos grandes pasiones:
su extensa biblioteca y sus queridos perros.
-Bajo de Guía, la playa de SanlúcarComo previó Manuel, fueron
momentos felices, cortos, pero
intensos. La playa de "Bajo de Guía"
los recibió después de desayunar a los
cuatro más jóvenes. Apenas se
descalzaron, los tres hermanos
corrieron y saltaron como niños
poseídos. Ramón se carcajeaba
mientras los observaba desde fuera;
no quería que la sal estropeara su bota
ortopédica. Las barcas de pesca se
acercaban a la orilla con sus pequeños
cargamentos, que eran recogidos por
gentes de tierra con animales de
carga, transportándolos con rapidez, seguramente al mercado. Los hermanos cuando se cansaron, de
saltar y correr, animaron a Ramón a pasar a la playa con cuidado. Y así lo hizo, pasearon por la zona
dura, que era amplia, ya que acababa de bajar la marea. Elena sacó una gran sábana que traía en una
cesta, la extendieron y los cuatro se tumbaron, para después sentarse mirando al mar. 3 Os tengo que
comunicar una noticia muy importante para mí -, soltó Manuel como si le faltara tiempo para
contarlo. - Estoy conociendo a una muchacha de la zona 3, 3 a ver explícate, ¿de qué zona?, ¿de
esta, de Sevilla o de allí? -, exclamó Rodrigo confuso. 3 Es de aquí, en concreto de Cádiz. Durante
las vacaciones de Navidad pasadas, sabéis que me vine a pasarlas con los abuelos. Ellos hicieron
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