Diciembre 25 - Flipbook - Page 22
Revista cultural año 2025
EL PRIMER BELÉN
DE LA HISTORIA:
M
Miguel Ángel Moral Quero
Un cuento de Navidad inspirado en San Francisco de Asís
El invierno había caído temprano aquel año sobre las montañas de Italia. El pequeño
pueblo de Greccio dormía entre los pliegues de la roca, cubierto por un manto de nieve
que resplandecía bajo la luna. Las chimeneas lanzaban columnas de humo que se perdían
en el cielo estrellado, y solo el sonido lejano de un arroyo rompía el silencio.
Por los caminos cubiertos de escarcha caminaba un hombre envuelto en un tosco sayal.
Descalzo, delgado, pero con los ojos llenos de una luz que parecía venir del mismo cielo.
Era Francisco de Asís, el hombre que había renunciado a todo lo que el mundo llama
riqueza para abrazar la pobreza y la alegría del Evangelio. A su lado caminaba fray León, su
fiel compañero, tiritando bajo la helada.
—Hermano León —dijo Francisco con voz serena—, ya se acerca la fiesta del Nacimiento
del Señor.
—Sí, padre —respondió el fraile, soplando sus manos para entrar en calor. Pronto
cantaremos los villancicos y celebraremos la misa de la noche santa.
—Pero dime, hermano, ¿no te gustaría ver con tus ojos cómo fue aquello? —preguntó el
santo, deteniéndose bajo un olivo cubierto de escarcha. Ver la pobreza del pesebre, la
sencillez del Niño, la ternura de María, el silencio de José&.
Fray León sonrió con ternura.
—Eso solo pudieron verlo los pastores de Belén, padre.
—Entonces —dijo Francisco con una chispa en los ojos—, hagamos de Greccio un nuevo
Belén.
Durante los días siguientes, el rumor corrió por el valle. Francisco quería celebrar la
Navidad de una manera nunca antes vista: recrear el nacimiento de Jesús en una cueva de
las montañas. Los aldeanos lo miraban con sorpresa, pero la sencillez del santo los
contagiaba. Pronto todos se ofrecieron a ayudar. Los niños recogían ramas secas, los
pastores prestaban sus animales, y las mujeres tejían mantas para el establo.
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