Diciembre 25 - Flipbook - Page 31
Revista cultural año 2025
aquella atalaya móvil, observando la nueva perspectiva mientras el animal intentaba
espantar con un gesto molesto las moscas de sus orejas. Todo era diferente desde allí
arriba, un espectáculo, y yo, un niño de seis años y medio, el protagonista indiscutible.
—¡Pepe, por Dios, ten mucho cuidado con él; no me lo vayas a desgraciar!— resonó la
súplica de mi madre, Aurora, justo antes de que nos perdiéramos cuesta abajo.
El chaparro a mitad del camino y el ciruelo, que en verano ofrecía su deliciosa fruta, ya
quedaban a nuestras espaldas. Desde nuestra elevada posición se distinguía el
desmantelado huerto de verano y el arroyo que nacía en la fuente, la misma que llenaba
el estanque junto a la casilla de los abuelos. En su recorrido, el arroyo dibujaba una línea
de zarzamoras y cañas que se unía al manantial de donde veníamos, semejando una
cicatriz longitudinal que dividía las dos lomas de aquella hondonada. El sendero, corto y
de tierra bien pisada, no tenía pérdida, aunque su pendiente era un desafío tanto para
hombres como para bestias.
La preparación para la Nochebuena
Al final de una recta, una gran curva nos permitió divisar por fin el tejado del cortijo y el
hilo de humo blanco que ascendía de su chimenea. En lo más alto de aquel cerro se alzaba