Diciembre 25 - Flipbook - Page 44
Revista cultural año 2025
I ESCENA
(La acción se desarrolla en un despacho bastante amplio, con muebles antiguos, una gran
mesa de escritorio, una librería con libros; entre los libros, uno rojo como un diario; en la
mesa, unos cuadros familiares; en el lado izquierdo de la mesa, una mesita especie de
camarera y un lapicero con bolígrafos; un asiento giratorio y, en el otro lado de la mesa,
un asiento normal. Dos mujeres en plan amoroso.)
SILVIA — (Separándose de la otra mujer) — ¡Basta, que ya mismo viene Marga y nos pillará!
TERESA — (Sigue en plan amoroso, intentando besar a Silvia) — Todavía es pronto.
Sigamos.
SILVIA — ¡Te he dicho que no... Venga, vámonos!... Coge los informes y salgamos, yo me
llevo las compras. (Salen).
II ESCENA
(Mismo escenario. Entra una mujer de unos treinta años, aunque parece lo mismo que
Silvia y Teresa. Trae unos informes en la mano izquierda, y un maletín. Se sienta en el sillón
giratorio. Del maletín saca unas fotos y las ojea. Llama por teléfono.)
MARGA — Juliana, tráeme lo de siempre. (Marga ojea los informes. Entra Juliana).
JULIANA — (Entra con la bandeja y una copa de ponche con hielo) — ¿Te la dejo donde
siempre? (Deja la bandeja en la camarera que hay en el lado izquierdo.)
MARGA — (Sin mirar a Juliana) — Sí. Déjala donde siempre. Y te puedes marchar, que estoy
averiguando cosas importantes.
(Juliana no se va, se queda en el sitio donde dejó la bandeja con la copa. Marga se da
cuenta y la mira.)
— ¿No te he dicho que te marches y me dejes sola?
JULIANA — (Seria) — Sí. Pero si me voy no puedo decirte lo que tengo que decirte, que ya
te lo he dicho muchas veces, y no me voy hasta que se sepa algo en concreto, porque
siempre me estás dando largas, y una tiene sus necesidades como todo el mundo, y lo
sabes desde hace mucho tiempo.
MARGA — (Se levanta, va a la librería y extrae el diario rojo. Se pone al lado de Juliana en
plan cariñoso.) — Ya te lo he dicho varias veces, ya te lo he dicho varias veces. Ya sé que
me lo has dicho muchas veces. Mira; Juliana, llevas entre nosotras en la empresa no sé
cuánto tiempo, y con mis padres, que en paz descansen. ¡Bueno! Desde que yo nací, que
por eso entraste en esta casa para cuidar de mi hermano Iván y de mí. Ya sé que tengo que
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