Diciembre 25 - Flipbook - Page 55
Revista cultural año 2025
Ajedrez Egabrense
Francisco Luque Luque
ABANDONAR O NO ABANDONAR, ESA ES LA CUESTIÓN
Abandonar, en ajedrez, es rendirse, dar por terminada la partida, asumiendo que ya nada
podemos hacer por salvarla.
El acto de abandono se suele realizar hoy en día, tendiendo la mano al contrario y
estrechándola como aceptación de la derrota. Más en desuso está el tradicional de inclinar
el rey. Normalmente nos rendimos cuando el mate es inevitable, o la situación se torna
desesperada y no vemos opción de salvarla de ninguna forma, ya que tenemos menos
material o lo vamos a perder.
Cuando abandonamos, suele ser como una acción de respeto hacia nuestro oponente,
reconociendo su superioridad en esa partida.
En pocos deportes se admite la rendición; que yo sepa, en los de combate y en ajedrez
(lucha mental).
Eso sí, las únicas partidas que no se pueden ganar (o entablar) son las que se abandonan.
Por ello, mientras que veamos una pequeña posibilidad de salvar la partida, no debemos
abandonar, aunque nos pase por la mente.
Veamos algunos ejemplos de casos en que no se abandonó, buscando esa pequeña
posibilidad de salvación, de victoria.
En el reciente torneo de leyendas y prodigios, se dio la siguiente posición en la partida
entre el GM Pichot con blancas y el GM Lariño, negras.
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