Julio 2025 - Flipbook - Page 3
Revista cultural año 2025
Antonio Fernández Álvarez
(Escribidor de sueños)
Relatos de historia
El Castillo de Belalcázar
Mi visita al Castillo
SEGUNDA PARTE
El juego de nuestra imaginación es incalculable y solo por ella y con ella podemos vivir, ensoñar
fantasear, coexistir y habitar un pasado, me he permitido mientras escribía este artículo narrar la
primera parte como si fuese ese personaje del siglo XV que nos ha dado unas pinceladas de historia
y de su linaje, también del impresionante castillo que visité días pasados, y me ha hecho soñar con
un pasado, que siempre que buceas en él, no hace nada más que depararte sorpresas, Ya que
muchos años atrás en el tiempo, en el mismo lugar donde hoy se alza este castillo ya hubo una
fortaleza romana, continuada luego en época musulmana, de la que todavía subsiste un
importante testimonio en la cerca exterior, que se mantuvo como primera línea de muralla
con torres albarranas sobre el arroyo Caganchas.
Una curiosidad que me ha sorprendido es saber que hasta 1883 Belalcázar y su comarca formaban
parte de Extremadura.
Retornemos a nuestro tiempo.
Me hallo aquí en el tiempo presente en este castillo que hoy pertenece a la Junta de Andalucía.
Voy a tratar de describir la visita que hice al castillo de Belalcázar.
En su entrada principal la altura de los lienzos de muralla es de 20 metros, la pequeña puerta de
entrada nos indica los parámetros defensivos que el mismo tenía. Vemos una puerta con altura
suficiente para pasar un caballo con su jinete y con una anchura para que pueda pasar un carro. Si
miramos hacia arriba de la puerta podemos ver un hueco que ni mucho menos es una ventana sino
donde estaba ubicado el escudo de los Sotomayor y Zúñiga, también observamos unos anillos de
argolla que servían para sostener los pendones de las familias nobiliarias.
La silueta por fuera está completa, conservándose bastante bien el aspecto exterior del mismo a
pesar del tiempo pasado, hay que destacar que pueden apreciarse agujeros en la piedra estos son
debidos a los cañonazos que sufre en la guerra de independencia contra los franceses, es en esta
etapa cuando su deterioro es notable, ya que habían ocupado la fortaleza y modificaron el castillo
para convertirlo en almacén. Cuando pasamos al interior el contraste es notorio, en el patio de
armas prácticamente no queda nada ni el claustro ni el suelo de granito y los derribos que se han
ido sucediendo al día de hoy nos impide acceder a las cocinas, las caballerizas, la mazmorra y al
aljibe que hay en el patio. Hay que significar también que por el expolio de los propios
Belacazareños ha desaparecido mucha solería, vigas, etc.
La torre del homenaje es el lugar que podemos visitar, por su altura tiene cinco pisos, nada más
entrar en ella podemos ver que ocupando toda su superficie hay un aljibe de doce metros de
profundidad. Nos llama también la atención los símbolos de los sillares, que son las marcas de
cantero y es una barbaridad, ya que hay hasta 83 marcas diferentes. Esta zona sería utilizada como
bodega, los soportes de iluminación son los más básicos de todas las plantas de la torre. Aunque
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