Julio 2025 - Flipbook - Page 4
Revista cultural año 2025
falta una arcada, estas son de medio punto de este a oeste y de norte a sur, la alta calidad de los
sillares garantiza la estabilidad de la torre. En esta estancia hay una placa funeraria en mármol con
una inscripción en árabe encontrada en una iglesia fuera del castillo, que si bien por faltarle un
trozo no se sabe con exactitud el nombre, en el resto de la misma se puede leer: "fue muerto en
el campo de batallas en el mes del Rabadán=.
También en piedra están los escudos de los Sotomayor y de los Zúñiga sin bien estos los quitaron
los franceses de la parte superior de la torre, para poner ellos sus elementos de defensa.
El grosor de los muros de la torre desde la puerta de entrada es de cuatro metros. Y tiene un
sistema de ventilación con ventanas aspilleras que sirve para mantener ventado el aire de la sala.
A medida que subimos veremos cómo las ventanas se van reduciendo.
El grosor que hemos indicado de los muros permite hacer en el interior del muro, las escaleras en
caracol para subir a las diferentes plantas, además en caso de ataque la subida por las mismas
imposibilita mucho el acceso a los atacantes. Igualmente el suelo de madera de las diferentes
plantas tenía también un elemento defensivo, ya que se podía desmontar en caso de ser atacado
impidiendo subir a las plantas superiores.
Acabaremos planteando una incógnita antes de subir a la siguiente planta y es que no sabemos
quién es Mateo Robles, pero su nombre está grabado en un sillar. Posiblemente el maestro de
obras, pero hasta ahora es todo un misterio.
La primera planta vemos dos puertas lo que nos indica que es una estancia de paso.
No sin cierta dificultad accedemos por las escaleras a la segunda planta en ella vemos más soportes
de iluminación, la venta aspillera es más pequeña. Si se conservasen los suelos de madera veríamos
la policromía como un artesonado mudéjar. Cómo señalábamos anteriormente el expolio en el
siglo XIX en el castillo hizo estragos y en algunas casas de la localidad hay muestras de ello.
Subimos a la tercera planta, observamos a pasar por el dintel de la puerta que da acceso a las
escaleras de caracol el hueco del eje, de la puerta.
Ahora subimos a las plantas nobles, cuarta y quinta planta, las tres no lo eran. En estas plantas el
granito es más poroso, por lo tanto es menos pesado, ya no hace falta que sea el más pesado, la
estabilidad de la torres está asegurada. Lo primero que nos llama la atención es un enorme balcón,
que tiene una bonita vista aunque orientado al patio para el oeste como símbolo de mayor defensa
de la torre. Este balcón suele llamarse el balcón del Homenaje. Esta estancia y la siguiente la
decoración pasa del gótico al renacimiento. A esta altura de la torre veremos en el exterior una
cadena que la rodea que representa a los Zúñiga. El techo se refuerza con cuatro tímpanos
semicirculares. En el centro vemos el escudo de los Zúñiga y vemos argollas que servían para colgar
lámpara o candelabros, pues estamos en una zona noble y la iluminación es mayor que en las
plantas inferiores. Esta estancia posiblemente sería un comedor. Se piensa que al ser los suelos de
madera una trampilla en el suelo y con un cajón nivelado, era por donde se subía la comida, porque
por las escaleras de caracol no podía ser posible.
Para subir a la quinta planta las escaleras de caracol son más fáciles. Llegamos el dormitorio, como
en la anterior planta el granito está más deteriorado al ser más poroso. Aquí tenemos una sola
puerta lo que nos indica que era obviamente el lugar más reservado, posiblemente el dormitorio.
En el techo una superposición de arcos de medio punto lo elevan, vemos en el centro el escudo
heráldico de Sotomayor-Zúñiga y en alrededor escudos de los Fernández de Córdoba que están
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