Julio 2025 - Flipbook - Page 64
Revista cultural año 2025
Ajedrez Egabrense
Francisco Luque Luque
LA MENTE NOS LA JUEGA (I)
En Ajedrez se entiende que el jugador de enfrente es nuestro único enemigo, lucha mental
entre dos jugadores. El problema es cuando nuestro cerebro nos hace una jugarreta y se
vuelve en nuestra contra. No me refiero a los errores normales en una partida, cosa
totalmente habitual, sino a cosas más extrañas, situaciones producidas por el nerviosismo,
el cansancio, la falta de práctica, problemas personales, etc.
Contaré algunos casos de compañeros de Club y alguno mío; unos acabaron con derrota,
que son tremendamente dolorosos, y otros que quedan en la simple anécdota.
El primero le ocurrió a Rafa Leña. Jugando en el Campeonato de ajedrez relámpago por
equipos de hace unos años. Estaba jugando contra un joven y fuerte jugador de un equipo
de la capital, la partida la tenía totalmente ganada. Llegó con su peón a octava y
promocionó y, aquí, llega el drama. Rafa, al igual que la mayoría de los jugadores de Cabra,
no juega muchos torneos últimamente, y tiene fallos competitivos. En esta ocasión no
tenía ninguna dama a mano, ya que la suya seguía en juego. No se le ocurrió otra cosa que
poner una torre boca abajo. Esto es una práctica habitual en partidas amistosas, pero
totalmente contraria al reglamento oficial. Lo que hay que hacer es parar el reloj y solicitar
una dama al árbitro. Yo, que estaba viendo la partida en directo, me eché las manos a la
cabeza, de forma virtual, claro está. Si hubiera sido yo su contrario, inmediatamente le
hubiera indicado que no podía hacer eso, y que colocara una dama. Pero su oponente se
calló. Me temí lo peor. Efectivamente, el muy pillo no dijo nada, y la partida siguió. Leña
creía que jugaba con una dama, pero aunque estuviera invertida, seguía siendo una torre.
No pasó nada, hasta que se le ocurrió moverla en diagonal. De forma inmediata, el
contrario reclamó la victoria por jugada ilegal. Una ilegal perdía la partida. Derrota muy
dolorosa para Rafa. Instintivamente, realizó lo que para él era habitual, a eso hay que
añadir la falta de entrenamiento y la presión del tiempo, para la trastada mental.
El siguiente caso es más reciente: José Luna, nuestro primer tablero del equipo, fue el que
sufrió la faena de su cerebro. Jugando el encuentro de vuelta de la promoción a primera
andaluza, cosa que lamentablemente no hemos conseguido. Pepe tuvo una partida muy
tensa y con ambiente crispado. Al final se encontró con la partida ganada, con una torre
de ventaja. Pero perdió de una forma muy extraña. Él fue nuestro conductor en el viaje a
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